Hay muchas formas de complicarse la vida cuando se intenta elaborar una tapa. Sin embargo, con un buen producto y una elaboración sencilla se consigue un resultado excelente. Un buen ejemplo es la tapa de gamba roja a la plancha que podemos encontrar en varios bares, selectos, de Almería.
A la hora de trasladar este bocado a nuestros hogares nos topamos con un inconveniente. El humo y el olor que produce la gamba cuando la hacemos a la plancha. Para solucionar este problema te vamos a contar aquí un truco sencillo que se puede utilizar con cualquier tipo de gamba y cuyo resultado no desmerece de la original gamba a la plancha.
Calentamos el horno a unos 180 grados. Cubrimos la bandeja del horno con papel de aluminio. Espolvoreamos abundante sal y encima colocamos las gambas. Espolvoreamos más sal y envolvemos con otro papel de aluminio, cerrando los bordes. Dejamos en el horno unos 8 - 10 minutos y a chuparse los dedos, literalmente.
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