Hoy os vamos a contar un truco para dar salida a esas sardinas asadas que han quedado sin comer después de la última moraga en la playa o de la barbacoa de anoche. Siempre resulta un engorro comerlas al día siguiente. No saben lo mismo recalentadas y, la verdad, es que su aspecto no es tan bueno como el que tenían reciban salidas de las brasas.
Para elaborar esta sencilla y sabrosa tapa de "sardinas del día después" tan sólo necesitamos unas patatas chips, mayonesa y mostaza. Nos ponemos manos a la obra.
Lo primero y fundamental es sacar del frigorífico, por lo menos un par de horas antes, las sardinas asadas. Estarán como una tabla y por eso es necesario que se atemperen. Para mejorar su aspecto le cortamos la cabeza y con un cuchillo les sacamos los dos lomos limpios, sin espinas. Ya sólo nos queda seleccionar unas patatas chips, colocar encima uno de los lomos (o un trozo, dependiendo del tamaño) y coronar nuestro aperitivo con un poco de la salsa que previamente hemos hecho mezclando una cucharada de mostaza y tres de mayonesa. El resultado os va a sorprender. Os invitamos a que lo intentéis.
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