Los grandes gurús de la gastronomía no se cansan de repetir que una de las leyes básicas de cualquier cocina es la que preconiza el "aprovechamiento". O sea, el sacar el máximo provecho al producto. Y en el universo de las tapas, esta ley se convierte en norma y en necesidad. Por eso, hoy os presentamos una deliciosa tapa basada en el aprovechamiento.
La idea es sacar dar una nueva vida a ese filete de lomo a la plancha (o tal vez dos) que han quedado de la cena del día anterior y que nos miran con "ojitos" desde el frigorífico. ¿Qué se puede hacer con ellos?... Evidentemente los podemos recalentar y "pa dentro". Pero también existe una alternativa más sugerente: Convertirlos en una suculenta tapa.
Naturalmente necesitamos ese filete de lomo ya cocinado. A partir de aquí lo que hacemos es sofreír, en una sartén, un poco de cebolla y pimiento cortados en trocitos muy pequeños. Cuando estén casi en su punto, añadimos un buen chorro de vinagre balsámico al Pedro Ximenez y dejamos que el aroma se impregne de todo el conjunto. Ya solo queda cortar nuestro filete en tiras y, con el fuego ya apagado, envolvemos nuestro sofrito con la carne para atemperarla y que coja el gustillo. El conjunto lo servimos sobre una rebanada de pan, previamente tostado.
Y así, con una sonrisa, te la hemos contado en La Noche en Vela, en la sintonía de RNE...
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