Chérigan de pisto con huevo


El verano sirve, entre otras muchas cosas, para retornar a la tierra natal y descubrir como los recuerdos de la infancia y adolescencia se van transformando en cosas y lugares nuevos.   Eso es lo que nos ha ocurrido este verano en Almería.   Allí donde, en tiempos, existía el Zigurat, uno de los primeros bares de copas que se recuerdan en la ciudad, hoy ha surgido un gastrobar con ideas simples, pero resultonas.   El bar en cuestión es La consentida y, según reza su auto-promoción se ha convertido en el bar de moda de la ciudad.

Entre sus logros, renovar uno de los clásicos de Almería.   En concreto, el chérigan que aquí lo elaboran con pan rustico y pisto.   Al conjunto, de unos 30-35 centímetros de largo,  le añaden "un par de huevos" de codorniz y lo denominan María Jímenez.    Lo dicho, todo un logro que, además, está muy sabroso.

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