En este universo, el culinario, en el que lo importante es innovar, crear y sorprender (el último ejemplo es "la luz del mar" que el gran chef Angel Leon de Aponiente ha inventado), hoy os traemos todo un clásico de las tapas. Porque seamos sinceros. ¿Cuántas veces, en la barra de un bar, acompañan nuestro vino o nuestra cerveza con una rodaja de embutido o, en el mejor de los casos, con un trozo de jamón?... ¿Y cuántas veces lo despreciamos?... Si has respondido "muchas" y "nunca", eres de los nuestros. De los que piensan que algo es algo. Por eso, en esta entrada queremos reivindicar el embutido.
Para la ocasión hemos elegido un poco de jamón serrano y lomo. Pero como nuestro presupuesto no nos da para un cinco jotas ni para un ibérico pura cepa, hemos escogido jamón y lomo del montón. Para acompañarlos utilizamos una rebanada de pan, (la compañera inseparabla del embutido). Eso sí, para darle un poco de más sabor hemos impregnado ligeramente el pan con un poco de ajo. Colocamos una loncha de tomate fresco, aderezado con aceite de oliva virgen extra y, encima, el embutido.
Como podéis ver, un pincho nada sofisticado, nada complicado, pero muy apetitoso. Buen provecho.
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