Tosta con gulas


Las latas son un bendito invento.   Una de esas cosas buenas que le ha sucedido al hombre a lo largo de la historia.    Podríamos equiparar su transcendencia con la invención del fuego o de la rueda.  Pero con una ventaja añadida:  Las latas nos dan de comer a todos.    Son el instrumento para democratizar la gastronomía.    La tabla de salvación para muchas personas.   La solución perfecta para un picoteo rápido.   Las latas, en definitiva, son maravillosas.    Por eso, hoy hemos querido dedicar esta entrada a las latas con una propuesta sencilla.   Al alcance de cualquier "manazas".   Hoy vamos a preparar una tosta (sin tostar) de gulas.

Para elaborarla tan solo necesitamos una lata.   Una lata de gulas con ajo que podemos encontrar en cualquier supermercado de barrio.   Su precio no es desmesurado y permiten salir del paso en más de un compromiso sin romper la hucha.

Con el producto en nuestras manos, ya solo tenemos que abrir la lata y con la ayuda de un tenedor esparcir su delicado contenido por una rebanada de pan (La podemos tostar, pero no es imprescindible).  Así, tal cual, ya es un aperitivo sabroso y elegante, pero si disponemos de algo de fondo de cocina, es decir de más latas y botes, podemos embellecer nuestro pincho con unas bolitas de sucedáneo de caviar y con bolitas de jengibre.   Lo dicho, más fácil imposible.  Gracias latas.

Y así te lo hemos contado, homenajeando el 50 aniversario del estreno de la película "2001, odisea en el espacio",  en el programa "Marca España" de REE...

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