La influencia de las comidas orientales en nuestra gastronomía es indudable. Y cada día es más notoria. Y nosotros, los chicos de tapitas, no somos ajenos a esta influencia. La propuesta que os traemos hoy es un claro ejemplo.
Se trata de elevar a otra dimensión unos simples langostinos. Para la ocasión nos hemos hecho con un puñado de bichos, de esos que suelen tener los surpermercados a buen precio. También hemos comprado una bolsa de "esas" cosas esponjosas que dicen llamarse "pan de gambas" y que ponen de aperitivo en numerosos restaurantes chinos.
Ahora solo tenemos machacar un puñado de panes de gambas hasta convertirlos en trocitos. Pelamos los langostinos y los pasamos por huevo y luego por las virutas de pan de gambas. En una sartén, a fuego vivo, freímos los langostinos hasta que queden doraditos. Y a disfrutar.
Y así te lo hemos contado en el programa "Marca España" de REE...
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