Hoy os traemos al blog un pintxo con sustancia. Una tapa de postín. Un aperitivo de domingo. Se trata de un bocado que, como ocurre con las grandes elaboraciones que hoy se hacen en los locales más lujosos, ha de comerse con cuchillo y tenedor. Para elaborarlo nosotros hemos utilizado medallones de solomillo de cerco que, previamente, hemos aliñado las finas hiervas.
El proceso es muy sencillo. Lo primero es cocer un par de patatas. Una vez cocidas, las machacamos, las salpimentamos y, con la ayuda de un molde, hacemos un parmentier que ponemos sobre una sartén muy caliente y previamente engrasada con mantequilla. Con cuidado, doramos ambos lados y reservamos.
Ahora, en la misma sartén, doramos nuestros medallones de solomillo. A nosotros nos gustan jugosos y en la foto se nota, pero, evidentemente, debéis hacerlos a vuestro gusto.
Ya solo falta montar el pintxo. Para ello, de base utilizamos nuestros cilindros de patata. Encima colocamos un medallón y lo rematamos con un poco de huevo cocido picado, escamas de sal maldón y (al gusto) un poco de cayena picada. El resultado es este fantástico aperitivo.
Y así te lo hemos contado en el programa "Marca España" de REE...
Si te gusta esta elaboración, estamos seguros que también vas a flipar con estas otras:
Rojo y gualda Solomillo con foie y tuétano Bocado carnal
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