Se trata de un divertimento que sirve para involucrar a toda la familia en el arte de las tapas, incluidos los mas pequeños. La idea básica es que el "bocado" sea lo mas reducido posible. De hecho, uno de los divertimentos mas fáciles de hacer consiste en "rellenar" una aceituna sin hueso. ¿De qué la rellenamos?... De cualquier cosa, evidentemente pequeñita: Queso, piparras, pimiento, caviar, jamon serrano, jamón york, etc...
Un paso "mas sofisticado" consiste en trocear a la mínima expresión, elementos tradicionales de la tapa clásica: pepinillos, pimientos morrones, aceitunas, anchoas, etc... y elegir algunos de ellos para elaborar "mini-banderillas". Insisto, la variadad es infinita y la participación de los niños en su elaboración es todo un invento.
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