Hace calor. Mucho calor y, la verdad, es que apenas si apetece introducirse en la cocina y ponerse al mando de los fogones. Por eso, hoy os proponemos una tapa contundente, pero de elaboración sencilla y con productos básicos.
Como en "esto" de las tapas, el tamaño sí que importa, hemos reinterpretado el clásico arroz con huevos por un pequeño timbal (tamaño chupito) y por un huevo de codorniz. El bocado lo hemos completado con unos dados de berenjena que hemos frito con sal y azúcar para hacerlos más sabrosos. Ya sólo falta, para los que se atrevan, añadir unas gotas de salsa picante, pimienta y un poco de perejil.
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