Hoy os propongo alegrar la mesa con colores chillones. Se trata de una tapa muy simple (de hecho la ha creado una niña de trece años) y aunque su aspecto pueda parecer rústico, la verdad es que en boca la mezcla de sabores es muy interesante.
Para elaborarla partimos de una base de pan de molde sin corteza que tostamos. De una rebanada, pueden salir hasta seis unidades. Untamos el pan con paté de aceitunas negras, colocamos encima una loncha de jamón (nosotros hemos utilizado jamón serrano, imaginaros el pincho con un ibérico cinco jotas). Encima ponemos champiñones laminados en conserva, un trozo de pimiento del piquillo y rematamos con pimiento verde, en crudo. Coronamos la torre con mostaza. El aderezo esta hecho a base de sal, pimienta, perejil, aceite y queso grana Padano en polvo. Buen provecho.
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