En este blog lo hemos repetido infinidad de veces, pero creemos que es importante reincidir en la misma idea: En los detalles está el éxito. Y un claro ejemplo de esta premisa en la cocina es la propuesta de hoy: Un pincho clásico en el que combinamos un langostino cocido, medio huevo y una aceituna. Todo ello aderezado con una mayonesa ligera.
Sin embargo, esta idea básica se puede presentar en una mesa de manera simple o con "ese" toque de distinción que hace tan diferente a un pincho de otro. Y en este caso el toque sutíl, el "tuneado" viene con la utilización de una boquilla pastelera a la hora de aplicar la mayonesa. El resultado es el que os mostramos en la fotografía. Una instantánea que hemos sacado de la magnifica barra de pinchos que tiene el bar Agustín Enea de Tolosa, en Guipúzcoa.
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