Encurtidos. Receta fácil

La técnica del encurtido, ya lo sabéis es milenaria y servía para prolongar  la vida útil de los alimentos.   En nuestro caso, los encurtidos se han convertido en un elemento básico de la cocina en pequeñas dosis, de la cocina de tapas.   Las toreras son un buen ejemplo de una tapa sencilla, cuyo elemento elemental es uno o varios productos encurtidos.  También es posible, y en muchos de nuestros queridos bares se usa, el encurtido es, en sí mismo, un aperitivo para acompañar, a la hora del vermut.  Por todo ello, hoy os traemos una receta fácil para preparar en casa, unos sabrosos encurtidos suaves y aptos para cualquier paladar.

Podemos encurtir infinidad de productos: pepinillos, calabacín, pimientos, cebolla, brócoli, coliflor, espárragos, aceitunas, etc. Así que lo dejamos a vuestra elección. Eso si, hay que trocear el producto para que el encurtido llegue a todas partes.

Con lo que vayamos a encurtir cortado en trozos (en este caso nosotros vamos a encurtir pepinillos, calabacín, espárragos verdes, cebolla y pimientos) comenzamos el proceso.

En un cazo ponemos el doble de agua que de vinagre de vino (la cantidad para un bote medianamente grande puede ser unos 400 cl de agua y 200 de vinagre). añadimos unos cuentos granos de pimienta, un par de cayenas, una hoja de laurel, un puñado de sal y otro de azúcar. Y ponemos todo a hervir.

Cuando llegue el punto de ebullición, introducimos los productos a encurtir. Los dejamos hirviendo unos segundos y los sacamos a otro bol con agua fría para cortar la cocción. Ahora, rellenamos el bote, que previamente hemos esterilizado, con nuestros calabacines, pepinillos, etc... Y vertemos todo el líquido que ha estado hirviendo. Cerramos el bote y lo ponemos boca abajo para sellarlo.

Así, lo dejamos enfriar y luego lo metemos en el frigorífico. 24/48 horas después, nuestros encurtidos están listos para comerlos. Suaves, sabrosos y perfectos para acompañar una copa de Mar de Frades, por ejemplo...