Sugerencias para calamares pequeños

 Calamarcillos a la plancha


Ahora que está tan de moda el fin del mundo, hemos decidido buscar consuelo en la comida, mientras se pueda.   Por eso hoy os presentamos, no una, ni dos, hoy os presentamos tres propuestas, o mejor dicho, tres presentaciones distintas con un mismo producto.  Tres bocados diferentes con los que saborear unos calamarcillos que hemos encontrado, a buen precio (cosa sorprendente) en el mercado.

El producto en cuestión son unos calamares patagónicos pequeños.  Apenas unos diez-doce centímetros de largo.   Ya en casa, lo primero es limpiarlos, quitando las tripas, la concha alargada y la piel.  El resultado son tres piezas distintas.  Por un lado la vaina del calamar.  Al lado, las dos pequeñas aletas que también hemos separado.  Y las patas que hemos separado del resto de la cabeza.

Ahora vamos con la elaboración, tan simple y fácil como siempre:

Las aletas, menudas, las pasamos por harina y por huevo y las freímos en abundante aceite muy caliente.   Son tan finas y pequeñas que no tardará ni un minuto en inflarse y dorarse.  Añadimos un poco de sal y perejil y las servimos.

  Aletas de calamar rebozadas


Las patas las vamos a hacer a la plancha hasta que se doren.   También, debido a su tamaño, el tiempo en la plancha caliente es mínimo.  En paralelo, hacemos un aderezo muy simple:  Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y un buen puñado de perejil picado.   Mezclamos y salseamos las patas con el aderezo.

Pulpitos de calamar a la plancha

Para la tercera y ultima presentación nos hemos reservado la parte elegante del calamarcillo: La vaina.  Esta, también la hacemos a la plancha, vuelta y vuelta hasta que quede dorada.  Y como con los patas, la aderezamos con nuestra salsa de aceite, sal y perejil.  Os aseguramos un aperitivo ganador.

Vainas de calamar pequeño a la plancha


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