Los ingleses lo llaman Hash Browns y suele ser un complemento muy bien recibido en cualquier british breakfast. Nosotros lo vamos a llamar, simplemente, tortitas de patatas, Eso sí, la vamos a llevar a un nivel superior con la ayuda de queso parmesano rallado. Todo ello, para conseguir un aperitivo, muy fácil de hacer, rápido y sabroso. ¿Nos acompañas?
Receta
Pelamos las patatas y con la ayuda de un rayador, conseguimos un buen montón de patata reyada. En ese momento, es fundamental, estrujar la patata hasta conseguir eliminar el máximo de agua posible. Dejar reposar un poco y volver a estrujar, aún va a salir más liquido y almidón. Este proceso lo podemos repetir una o dos veces mas. El objetivo es conseguir una pulpa de patata con la mínima cantidad de humedad. Eso nos servirá para que la tortita quede más crujiente.
Superado este paso, salpimentamos y añadimos el queso parmesano rayado. La proporción va al gusto. Nosotros utilizamos una parte de patata y media parte de queso. Mezclamos bien para que patata y queso se distribuyan uniformemente.
Calentamos una sartén. No la ponemos a máxima potencia, ya que, en ese caso, se nos quemaría muy rápido la patata y el queso. Ponemos, como engrasante, un pellizco de mantequilla.
El siguiente paso es coger con la ayuda de una cuchara una porción de nuestra masa. Formar una bola y aplastarla hasta convertirla en un disco fino. No es necesario crear una forma perfecta. La doramos por ambos lados y le quitamos el exceso de grasa con un papel de cocina. Presentamos nuestra tortita, crujiente, con un poco de orégano y cayena picada (al gusto).
Consejo: Evidentemente, no es necesario comerlo inmediatamente, pero ayuda servirlo sin pausa para evitar perder el toque crujiente.
Si te ha gustado esta receta, aquí te dejamos otras propuestas que también te pueden ayudar a conquistar a tus comensales.
Comentarios
Publicar un comentario