A veces, el producto es tan suculento que no hace falta nada para realzarlo. Uno de esos productos con suficiente carácter como para respetarlos al máximo es, sin duda, la gamba. Y si, además, su apellido es "blanca", no hay nada más que decir.
Hoy rendimos homenaje a la gamba blanca, ya sea de Huelva (la más popular), o a la que se pesca frente a las costas de Almería. En ambos casos, su textura, su sabor y su frescura justifican más de una ronda para poder disfrutarlas a tope.
La mejor forma de deleitarse con su sabor, al menos para mi, es a la plancha. Una de esas planchas veteranas que pululan por los bares de Almería y que guardan los sabores de cientos y cientos de usos. El fuego a tope, un buen puñado de sal gorda, para potenciar los sabores, y poco más. Eso si, es fundamental no pasarse. Una vuelta y vuelta es suficiente para respetar un producto tan delicado.
Si la gamba es tu pasión, en este blog tenemos unas cuantas recomendaciones:
Gamba con beicon ![]() |
Me encanta todas las gambas, empezando por la blanca de Huelva,seguimos por la Roja de Garrucha y las Quisquillas de Motril..... y de todas las maneras
ResponderEliminarPero una gamba de calidad o la tomas cocida o si son más grandes a la plancha para disfrutar de el regalo de su sabor
Muchos besitos¡¡